viernes, 10 de abril de 2009

Susana Cattaneo (La diosa suicidada)

Entrevista a SUSANA CATTANEO


1) ¿Qué es para usted la poesía?

Para mí la poesía es verbo. Verbo que me permite entrar en un terreno absolutamente personal y que a su vez es puente hacia la comunicación, en principio con el misterio y luego con aquellos semejantes capaces de tener la suficiente sensibilidad como para compartir lo más recóndito de mi ser. La poesía es un bosque salvaje que nos contagia de vida y es además, ese desborde del lenguaje que nos lleva a lo inefable. El poema se compone de palabras escritas o verbales, pero también de aquello que escapa a todos los sentidos humanos y sin embargo se percibe. Deleite, misterio, comunicación con el propio yo y con el Universo. Eso es poesía.

2) ¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

Soy Licenciada en Psicología y me dediqué a escribir ensayos y trabajos relativos a mi profesión, pero antes de eso, ya escribía poemas. Entre la salida del secundario y la entrada a la universidad, escribí tres libros y un cuadernillo. Luego pasaron muchos años antes de volver a escribir poesía. En este momento tengo 18 libros editados, uno de cuentos y el resto de poesía y poesía en prosa. Para decirles algunos títulos: los tres últimos libros son “Pájaros de resurrección”, “Palomas de la soledad” y “Niña subterránea”.

He obtenido, primeros, segundos y terceros premios y muchas menciones. Entre los premios puedo mencionar La Faja Nacional de Honor de Escritores Argentinos, otro premio fue el que me otorgó la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, otro un primer premio en un certamen literario “Poetas de Hoy”, etc.

Doy talleres literarios, conduzco cafés desde hace muchos años y edito una revista titulada “Extranjera a la intemperie”. Mi obra fue traducida parcialmente al portugués, inglés y francés.

3) ¿Cuándo empezó a escribir?

Empecé a escribir poemas cuando estaba en la escuela primaria seguramente por alguna necesidad que hoy en día no podría describir, pero lo que sí recuerdo es que los poemas surgían más allá de cualquier razón. Abría mi cuaderno de clases y en las últimas páginas escribía mis versos.
En la escuela secundaria era yo quien ponía letra a las canciones que cantábamos en los campamentos alrededor del fogón.

4) ¿Cómo definiría su poesía?

Defino mi poesía como lírica; creo que tiene que ver mucho con la tristeza que acarrea la finitud. A veces es desesperación, pero también es un canto a la esperanza, aunque ésta esté posicionada del otro costado del mundo. En mis últimos escritos esto se acrecienta; se crean Universos un tanto fantásticos.

5) ¿Qué autores influyeron en su poética?

En mi adolescencia leí mucho a Alfonsina Storni, Rubén Darío, Bécquer, Amado Nervo, que influyeron en unos pocos sonetos que escribí por entonces. Algo después estuve con los escritos de Claudio de Alas y Pedro Salinas. También leí a dos pilares fundamentales de la poesía argentina: Olga Orozco y Alejandra Pizarnik. Tengo editado un libro que titulé “La diosa suicidada” que tiene una muy marcada influencia pizarnikiana, pero en mi estilo no se ve, en general, la marca de ningún autor en particular. Creo que nuestro entorno, la buena lectura y toda nuestra instrucción, principalmente autodidacta, pesan en la escritura. Como libros “disparadores” puedo mencionar la obras completas de Edna Pozzi, la de María Rosa Lojo y de Heather Thomas, por mencionar algunos.

6) ¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

Quisiera que mi escritura acompañe a quien la necesite y en el momento oportuno. Recuerdo que en una época leía a la ya mencionada Pizarnik con un amigo muy querido. Alejandra nos acompañaba en domingos grises y momentos tristísimos. Leerla era sentirse comprendido en el alma de esa poeta, era un encuentro con ella que había sentido lo mismo que nosotros sentíamos ahora.
También pretendo mostrar a quien pueda comprenderlos, mis emociones y mi ser más profundo. Es una forma de paliar el sentimiento de soledad existencial que padecemos.
Me gustaría también que dentro de cien años algún libro mío estuviera en manos de alguien en el preciso momento de necesitarlo. Otro deseo mío es el de inmortalizar con mis poemas a los seres que he amado, sean personas o animales.

7) ¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

Elegiría varios, pero por nombrar uno cito el que abre el libro titulado “Palomas de la soledad” que comienza diciendo “Cae en la playa la tarde que soy...” porque está escrito para una perrita que amé y que me acompañó en momentos de mucha alegría y mucho dolor.

8) ¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a través de los años?

En principio escribía sólo poesía. Con el tiempo y de a poco, me incliné por la poesía en prosa. Creo que mi lenguaje poético se fue haciendo cada vez más lírico y luminoso. Pero siempre está en él la invariancia de estilo que hace que puedan reconocerme en un poema.

9) ¿Para usted se nace o se hace escritor?

Para mí se nace escritor. Tiene que ver con la esencia que uno trae consigo. No se aprende a escribir; sí se aprende a pulir un poema.

10) ¿Qué consejos daría a un joven escritor / escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

Que sea sincero consigo mismo, ya que es la única manera de escribir bien. Que no tome para su escritura “modas”; que lea mucho y escriba cuando está solo, lo que no quita que pueda intentarlo, si le sirve, hacerlo con consignas de taller junto a otra gente. Que trate de no ser extremadamente hermético; que no use palabras vacías o que nada tengan que ver con lo poético y sí con lo agresivo. Un poema debe siempre contener una estética, de lo contrario estamos creando otra cosa. Que escriba cuando sienta que es el momento y no fuerce las palabras. La poesía no miente: sólo la hacemos cuando nos viene de lo más profundo.

11) ¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

Muy difícil. Editar es un lujo. La mayoría de los que podemos hacerlo (yo lo hago por intermedio de mi propio nombre editorial “Extranjera a la intemperie”), lo logramos a costa de renunciar a muchísimas otras cosas. Están los poetas que acumulan libros inéditos por falta de recursos. Debería crearse un fondo que ayude a los escritores a hacer públicos sus escritos.

12) Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela, etc. ¿cuáles recomendaría?

De poesía recomendaría las obras completas de Olga Orozco, Alejandra Pizarnik; Edna Pozzi y libros de Wislawa Szymborska “El gran número” y “Fin y principio”. De prosa recomendaría leer la obra de Marguerite Yourcenar, por ejemplo “Memorias de Adriano”; los libros de Saramago, ej, “El evangelio según Jesucristo”. Fernando Vallejo en “La virgen de los sicarios” y “El desbarrancadero”. En cuento recomiendo a Gabriel García Márquez: “El ahogado más hermoso del mundo” y su libro “Los doce cuentos peregrinos”.

13) ¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs, etc?


Son formas de difusión a tener en cuenta por su importancia, debido a que hay gran número de personas que se sienten atraídas por todo lo que tenga que ver con Internet. Hago la salvedad de que la gente no debe sólo estar frente a la pantalla; también debe complementar con concurrencia a encuentros.

Estos medios son otra forma de difundir nuestra obra y manera de pensar. Esta entrevista es un ejemplo de ello.


14) Por último ¿quiere usted agregar algo?

Quiero agradecer al poeta Gustavo Tisocco esta posibilidad de diálogo con él y los lectores. Expresar que la poesía siempre nos rescata – aunque sea por momentos –del dolor y nos permite compartir en armonía una parte de nuestra existencia. Siento que eso sucede siempre cuando celebramos la palabra.
Como cierre los invito a visitar la página web: www.extranjeraweb.com.ar

SUSANA CATTANEO





..................................…a la pequeña de pestañas blancas
...................................y amor en sus ojos de almendra…


Cae en la playa la tarde que soy
herida de faros y gaviotas nocturnas.
Un follaje de arena pasea mi cuerpo
escanciado por la brisa que lo cubre.
Cómo no recordar las noches en el muelle.
Las carreras invencibles entre luna y agua.
El camino plata sobre ondulaciones perfectas.
Recordar árboles vestidos de milagro.
Sí; cae en la tarde la playa que soy,
mi pequeña de pies blancos.
¿Dónde llevaste tu alegría de calandrias?
Juego acertijos desde aquel aciago día.
Apuesto: tus ojos me besan en este instante azul.
Mira, hay una floración de ángeles
en la mitad del cielo.
En la otra, una dulce jauría de amapolas.
Ya la noche es mayor y danza misterios sobre el mar.
Ha caído en la espuma la playa, la tarde que soy.

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